Los museos de Sant Boi y de L'Hospitalet han creado un puente de comunicación, creación y diálogo artístico por este verano. Han sacado el polvo de las obras de sus reservas, las han careado y las han dotado de un diálogo propio y común. Como en el juego de los surrealistas, el resultado es tan inédito como experimental.

El "cadáver exquisito" fue un juego inventado por los surrealistas en el que la creación nacía de manera colectiva, con aportaciones parciales espontáneas que creaban una obra de manera, casi, accidental. Los participantes no tenían en cuenta la colaboración de los otros creadores y los resultados fueron considerados más experimentales que estéticos. Los primeros ejemplos fueron literarios y se les sumaron de otras disciplinas artísticas, como el dibujo o la música, creando una colección de manera intuitiva, lúdica y automática, dejando aparte la razón.

En paritr de esta idea de creación colectiva y partiendo de la voluntad de los museos de Sant Boi y de L'Hospitalet de colaborar, Cadáveres exquisitos, colecciones en diálogo se presenta como un juego de intercambio de las colecciones de ambos museos. Las piezas expuestas, en su mayoría, son parte de las reservas, alejadas, apartadas, escondidas a la vista del visitante, casi muertas, como cadáveres olvidados. Es por eso que proponemos este juego, para hacer revivir estos fondos de una manera singular y casi "surrealista", haciendo que dialoguen y hagan dialogar las dos ciudades.

Vanessa Martín Nicolàs, comisaria de la exposición.